
Ambos recursos, esenciales para el desarrollo sostenible, dependen el uno del otro en numerosos aspectos clave que explicamos a continuación
El Agua y la Energía eléctrica son dos de los recursos más básicos a nivel mundial, y ambas se enfrentan a una futura situación de nuevos retos en su gestión debido al incremento de la demanda y el agotamiento de las fuentes de extracción tradicionales.
Un punto importante a señalar es que la evolución de estos dos recursos no es paralela, sino que hay una relación muy estrecha entre ambos determinada en gran medida por múltiples factores. Por tanto, los avances de uno acabarán afectando al otro, y viceversa. Por ello, el futuro de la sostenibilidad pasa en gran medida por conseguir que ambos recursos optimicen su eficiencia para dar salida a las futuras exigencias de producción.
¿Pero cuáles son los principales factores que influyen en esta relación entre Agua y Energía? ¿Cuál es su situación y qué se espera de ellos en el futuro? A continuación te explicamos de forma breve y resumida todos los elementos clave que influyen en su futuro desarrollo.
Las 3 claves de la relación entre Agua y energía
Dependencia en la producción
Como hemos comentado, ambos recursos se necesitan para la producción con una relación recíproca. En el caso del agua, su extracción está costando en la actualidad sobre el 15% del total de producción global de energía, según fuentes del estudio publicado en Informes de las Naciones Unidas.
Por el lado de la energía, el 90% de las fuentes de producción energéticas requieren agua en sus procesos productivos, incluyendo los principales tipos de centrales: térmicas, hidroeléctricas y nucleares. Esto provoca que el 8% de la producción de agua se destine a la industria energética.
El reto de combatir la mayor demanda
Ambos recursos se van a enfrentar en el futuro a un aumento continuado de la demanda, tanto a nivel de consumo humano como para los sectores industriales. Es por ello que la sostenibilidad y la apuesta por las alternativas renovables se hace cada vez más imprescindible.
En el caso del agua, ya vimos en un anterior post que la situación de cara al futuro puede volverse complicada, debido a un aumento de la demanda de agua será un 55% mayor en 2050. En cuanto a la energía, para el 2035 se prevé asimismo un aumento de la demanda de electricidad de aproximadamente un 70 %.
Hacer llegar los recursos a todos