
JEFE DEL DEPARTAMENTO NACIONAL DE AGUAS Y SANEAMIENTO
¿Qué es lo que más valora de su visita a las instalaciones del Grupo Aguas de Valencia?
Muchas gracias por darme la oportunidad de hablar para vuestra revista. En primer lugar, me gustaría decir que esta visita es fruto de las relaciones entre Angola y España.
A través de la cooperación entre estos dos países ha sido posible la financiación que apoye la mejora de los servicios de agua de Malanje, una ciudad importante de Angola.
La idea es hacer un consorcio constituido por el Ministerio de Energía y Aguas de la República de Angola, la empresa Quantum y Aguas de Valencia. Este contrato servirá para podernos beneficiar de la experiencia y dominio que hay en España en el sector de las aguas.
Como saben, Angola sufrió unos años atrás una guerra muy fuerte y violenta que no permitió hacer inversiones en infraestructuras, especialmente con el tema de las aguas. Muchas redes de distribución fueron destruidas. Desde entonces y hasta ahora, estamos rehabilitando procedimientos de trabajo y construyendo nuevas redes en diferentes ciudades, incluida Malanje. Además, estamos centrados en formar profesionales para que puedan mantener estas técnicas implantadas durante mucho tiempo. Por este motivo, es necesaria la asistencia técnica de entidades como las españolas, que cuentan con mucha experiencia en esta materia.
Por eso hemos realizado esta visita a España. Vinimos a Aguas de Valencia para beber, no beber agua, sino de su experiencia, que, como saben, abarca más de cien años. Durante todo este tiempo Aguas de Valencia ha adquirido un amplio bagaje y conocimientos que queremos aprovechar para trasladar a Malanje y quizás a otras ciudades de Angola. Digamos que Malanje es pionera en el dominio de este sector en Angola.
Una delegación formada por representantes del Ministerio de Energía y Aguas de la República de Angola y de la empresa Aguas de Malanje estamos visitando Valencia estos días. Nuestro objetivo es trabajar con Aguas de Valencia, y la experiencia de la visita ha sobrepasado nuestras expectativas. Llevamos aquí desde el lunes 22 de abril y estamos aprendiendo muchas cosas nuevas que después podremos aplicar, no todo, naturalmente, pues no estamos al mismo nivel, pero sí aquello que nos interese en Malanje.
Estamos particularmente preocupados con la gestión comercial de nuestras empresas porque la guerra no permitía ningún tipo de organización. Así que hemos venido aquí para aprovechar y empezar todo desde el principio. Queremos hacerlo de la forma más organizada posible. España es un país que tiene experiencia, y queremos aprender de sus errores pasados, no repetirlos.
Estos días hemos estado en las instalaciones de Valencia y en las de Gandía; en esta última hay una estación de tratamiento del agua, con electrodiálisis, con muy pocos trabajadores y completamente informatizada. Este tipo de instalación es la que nosotros queremos llevar a nuestras ciudades. Por ello, vamos a aprovechar la experiencia y las capacidades de formación que podemos obtener de los recursos humanos de Aguas de Valencia. Para esta finalidad Paula Calvo (de la empresa Quantum) se está dedicando a formar al personal angoleño. De esta manera el capital que el gobierno está invirtiendo se aplicará correctamente.
¿Cuál es el proyecto desarrollado por esta empresa que más le ha sorprendido?
Hemos visto el funcionamiento de una planta de tratamiento de aguas. Nosotros tenemos también una en Angola. Lo que más nos ha sorprendido es la organización interna, el sistema de control de calidad que aquí se aplica y que permite contabilizar el menor número de errores posibles durante todo el proceso.
También nos ha sorprendido la relación con los clientes, la forma de facturar, las lecturas de los consumos de agua en las viviendas a través de un sistema de telelectura, muy desarrollado en Valencia. La telelectura se basa en un sistema de módulos de radio que se colocan sobre los contadores y cuya lectura puede recoger un operario desde terminales equipados con antenas radio. Dicha información es inmediatamente transferida a un sistema informático que realiza la factura. Después se paga o no… (risas).
¿Cómo valora la historia y experiencia de aguas de valencia para contribuir a la gestión de los recursos hídricos de Malanje?
Como ya he comentado, Aguas de Valencia forma parte del consorcio y tiene un contrato para trabajar con nosotros directamente en Malanje. Vamos a recoger toda la información y el know how de Aguas de Valencia y en especial la parte comercial, que es muy importante ya que en Angola no existía la costumbre de pagar el agua; hasta hace poco no se pagaba. Pasamos por un período de guerra muy convulso y no había esa posibilidad. El agua se consideraba una dádiva de Dios, una dádiva divina que no se pagaba.
Ahora con la nueva ley se impone este pago. Podrá haber tarifas económicas, más sociales, para la gente más pobre, pero todos tienen que pagar el agua, porque es un bien escaso, finito, que se terminará un día, así que hemos de cuidarla. Una de las formas de hacerlo es pagar por ella, para que las personas valoren mejor este recurso y no lo desperdicien.
Aguas de Valencia tiene toda la experiencia y el know how suficiente para poder ayudarnos, a través de contratos y mediante la formación del personal angoleño.
¿Cuál es el motivo por el que han escogido a Aguas de Valencia y a Quantum para este proyecto?
Fue mediante concurso público. La cooperación española posibilitó una financiación a fondo perdido para Angola. Mediante concurso público en el que participaron varias entidades españolas fue el Grupo Aguas de Valencia el que presentó la mejor propuesta y por ello fue seleccionada.
¿En qué áreas considera que será vital su aportación?
En primer lugar, el precio fue el más competitivo, y en segundo lugar, las propuestas técnicas. Estos dos puntos fueron determinantes en la elección y lograron que la oferta de Aguas de Valencia obtuviera la mejor puntuación y ganara el concurso.
¿En las posibles colaboraciones que Aguas de Valencia puede tener en la gestión del agua en Angola, ¿qué podría aportar en el área técnica?
Aunque partimos de Malanje, pretendemos implantar esta infraestructura de red hídrica en todo el país.
Aguas de Valencia cuenta con una experiencia que la convierte en candidata idónea para realizar este tipo de trabajo en otras ciudades de Angola. Este gran proyecto cuenta con el apoyo del Banco Mundial. Esto se hace mediante licitaciones públicas internacionales. Yo ya hablé con los responsables de Aguas de Valencia y estarían interesados en presentar su candidatura para realizar otros contratos de asistencia técnica en N’Dalatando, Uíge, Huambo, Kuíto… en fin, muchas ciudades donde estamos viendo esta posibilidad.
¿Y en el área comercial?
Aguas de Valencia aportará toda su experiencia en los sistemas que ya tienen instalados. Vamos a tomar lo más interesante para aplicarlo en Angola: el cálculo de tarifas, la gestión comercial, la formación de nuestros técnicos nacionales (en gestión comercial, áreas técnicas, mantenimiento y reparación de bombas, tratamiento y análisis de la calidad del agua)… en fin, formación a todos los niveles.
¿Y en la parte de recursos humanos?
Los recursos humanos serán muy importantes, porque, como entenderán, una guerra no permite que las escuelas funcionen bien, ni la universidad, etc. Las guerras son las guerras y todos los recursos se dedican a lo mismo.
Una vez terminada ésta, tenemos que comenzar a formar los recursos humanos, esto es un trabajo gigantesco y que conlleva muchos años. En el área del agua específicamente es difícil encontrar cátedras en nuestras universidades que estén orientadas a este sector. Así que hemos de intentar crear estos profesionales con la colaboración de entidades como Aguas de Valencia para que formen nuestros técnicos en España o que técnicos españoles se vayan Angola.
Nuestro Ministerio de Energía y Aguas de la República de Angola, con el apoyo de la Unión Europea, van a realizar un centro nacional de formación de profesionales para toda Angola. Única y exclusivamente para el sector de las aguas. El objetivo es formarlos de modo rápido y masivo en todos los cuadros que precisen las entidades públicas del sector del Agua.
Con el apoyo del Banco Mundial queremos crear un espacio formativo en el que todos los angoleños aprendan todo lo relacionado con el agua: cómo tratarla, cómo hacer un control de calidad, cómo reparar una bomba y hacer un mantenimiento preventivo. Esto es muy importante y por eso hemos venido aquí, a la planta de Aguas de Valencia. Aquí hemos encontrado un sitio en donde las bombas están desde 1970, es decir, son las mismas desde hace 33 años. Esto es debido a que ha habido un mantenimiento preventivo adecuado en el que se han cumplido los planes de mantenimiento de los equipos.
¿Y en cuanto al control de calidad del agua?
El control de calidad del agua también es vital, ya que pretendemos ofrecer a la población, agua de calidad, agua que la gente pueda utilizar sin ningún problema. Ahora estamos desarrollando un programa financiado por la Unión Europea en el que recibimos apoyo, no solo en recursos humanos, sino también en lo referente a la creación de laboratorios regionales. Si no me equivoco, creo que son cinco laboratorios los que queremos instaurar en Angola para que todas las entidades relacionadas con el agua puedan mandar sus muestras y se certifique cuál se puede vender a la población y cuál no.
¿Por qué Malanje es un proyecto piloto para el resto del país?
Porque el sistema de agua de Malanje fue de los primeros que necesitaba reparación. La guerra lo destruyó todo y cuando empezó la reconstrucción del país, se priorizaron aquellas ciudades con más índice de población. Malanje fue una de ellas, su estructura era más simple y fácil de recuperar.
¿Cuál es el objetivo que se plantea respecto a la gestión hídrica desde la dirección nacional?
El objetivo es que podamos crear un sistema de gestión de abastecimiento de agua en todas las provincias y entidades públicas. Con esto no quiero decir que el sector privado no pueda venir de fuera, es más, podrá negociar con estas entidades públicas fórmulas para la gestión del agua total o parcial.
Nuestra finalidad es crear entidades públicas y dotarlas de capacidad para poder operar por ellas mismas. En el inicio del proceso, cuando las entidades ya estén creadas, puede que en los primeros dos, tres años, haya un subsidio del estado y otro del banco mundial. En esta etapa, formaremos a la gente, apoyaremos a estas nuevas empresas con respecto al mobiliario, las instalaciones físicas, o el transporte, etc., para posteriormente y a lo largo de los años, recuperar el sistema de aguas.
En resumen, los primeros años de vida se centrarán en formar a la gente y en hacer contratos con entidades como Aguas de Valencia que puedan ayudarnos. Nuestro objetivo en un futuro es poder funcionar por nosotros mismos.
Siendo la formación vital para la gestión del agua, ¿cómo afronta este reto desde los planes estratégicos del gobierno?
La formación de recursos humanos es una prioridad máxima del gobierno de Angola. La guerra sólo formó soldados. Queremos instruir a profesionales tales como profesores, médicos, etc., pero especialmente, ingenieros hidráulicos, químicos, etc., para que manejen día a día las válvulas, los computadores (pues tenemos sistemas que funcionan vía informática)… Es fundamental la enseñanza para que puedan controlar todo esto.
¿Podría describirnos en qué consiste el proyecto “centro de formación Honga Zanga”?
Honga Zanga es un centro de formación, apoyado por la Unión Europea cuyo objetivo principal es proporcionar formación y crear especialistas en el sector del agua, del alcantarillado…
La Unión Europea no sólo nos proporcionará financiación a fondo perdido para la construcción de las instalaciones del centro, sino también y junto con instituciones como El Banco Mundial, El Gobierno de Angola, y Unicef, se tratarán aspectos curriculares de los cursos que vamos a impartir en este centro de formación.
Honga Zanga será de régimen interno, se hará en varias provincias del país. Por ejemplo, con cincuenta alumnos durante seis meses o un año. Allí aprenderán con profesores, tanto del país como de fuera la gestión del ciclo integral del agua que, como ya sabemos, es muy complicada e implica varias especialidades: químicos, ingenieros hidráulicos, fontaneros, etc.
Queremos que la juventud de Angola aprenda estas profesiones. Desde el gobierno estamos poniendo medios y reformas para poder formar a estas nuevas generaciones y a los militares que participaron en la guerra. A ellos, también queremos incluirlos en estas actividades.
¿Cómo ve las relaciones futuras con Aguas de Valencia?
Los responsables de Aguas de Valencia nos dicen que están dispuestos a ayudarnos, y una de las formas será a través de este proyecto que tenemos con el Banco Mundial. El objetivo es un plan que, como tenemos previsto, se instaure en el resto del país.
Aguas de Valencia puede ser un candidato serio y fuerte para contratos de asistencia técnica: mejoras, gestión comercial, control de calidad, campañas sensibilizadoras, etc.
Nosotros estamos abiertos a estas opciones y todo se podrá hacer a través de candidaturas y concursos públicos internacionales.
¿Cómo ve el futuro de Angola en 2016 después de este proyecto?
Vamos a trabajar en Angola para que en 2015 o 2016 podamos cumplir los objetivos del milenio. Naciones Unidas ha determinado que en 2015 toda la población mundial que no disponga de servicio de agua potable deberá tenerlo.
El gobierno de Angola está trabajando duramente para cumplir esos objetivos y llegar en 2016 al 100% de cobertura de agua en las zonas urbanas y un 70% en las zonas más pobres y del medio rural. Estos son los objetivos de nuestro gobierno, los cuales sobrepasan bastante a los del milenio.