
Agua Azul, Agua Verde, Agua Gris… ¿Sabes qué mide cada una? Te lo explicamos de forma resumida y sencilla para que conozcas mejor el cálculo de la Huella Hídrica.
Como ya comentamos en un anterior post en este blog, el interés por la huella hídrica se origina en el reconocimiento de que el impacto humano en los sistemas hídricos pueden pueden ser mejor entendidos y gestionados considerando la producción y cadenas de distribución en su totalidad. Por ello, gracias a este indicador podemos hallar un cálculo del uso de agua que tiene en cuenta tanto el uso directo como indirecto por parte de un consumidor o productor, estableciendo la situación de consumo o afectación de los recursos.
El valor final de la huella hídrica se calcula de diversas maneras dependiendo de la metodología que se emplee, dependiendo de sector de actividad o individuo o comunidad al que se refiera el cálculo, hay una serie de claves siempre hay que tener en cuenta para su cálculo y que influyen de manera determinante.
En este post os vamos a hablar sobre los tres diferentes “tipos de Agua” que se ponderan para poder hallar el consumo real de la persona, organización o proceso que se pretende medir, con tal de que podáis entender mejor cómo se realiza este proceso.
Los tipos de Agua en la Huella Hídrica
- Por “agua azul” se entienden los recursos hídricos dulces que hacen falta para fabricar un producto o prestar un servicio, es el volumen de agua dulce consumida de las aguas superficiales (ríos, lagos y embalses) y subterráneas (acuíferos).
- El “agua verde” atiende a la evaporación que se experimenta durante los procesos, el volumen de agua evaporada y transpirada desde los recursos globales de agua verde (principalmente agua de lluvia almacenada en el suelo agrícola en forma de humedad durante el periodo de crecimiento de los cultivos)
- El “agua gris” se refiere al agua que se contamina como resultado de los procesos, este volumen se suele estimar como la cantidad de agua que es necesaria para diluir los contaminantes de forma que se mantengan o superen los niveles de calidad del agua, exigida por la normativa vigente
Hacia una medición más fiable y útil
La huella hídrica está ayudando a crear conciencia sobre el impacto que nuestra forma de vida, los productos que consumimos y las formas de producción tienen sobre los recursos hídricos.
Como ya hemos comentado, según el tipo de unidad a medir y a las complejidades y características que ésta suponga, la huella hídrica ha utilizado las variables para su obtención de diferente manera, habiendo organizaciones realizando distintas mediciones.
En la actualidad, la Organización Internacional para la Estandarización ha diseñado una norma técnica de aplicación universal, que está disponible desde junio, y es un primer paso para la normalización de este indicador tan necesario.