
El pulmón de Valencia
El Parque Natural del Turia, declarado como tal el 13 de abril de 2007, se encuentra incluido en la llanura del río Turia. Con una superficie de 4.692 hectáreas, se extiende por las comarcas de L’Horta, El Camp de Túria y Los Serranos, incluyendo los términos municipales de Valencia, Mislata, Quart de Poblet, Manises, Paterna, Riba-roja de Túria, San Antonio de Benageber, l’Eliana, Benaguasil, Llíria, Vilamarxant, Cheste y Pedralba.
Este singular enclave representa un claro ejemplo del escaso y valioso bosque mediterráneo asociado al río Turia. La existencia de pinares de pino carrasco y matorral mediterráneo, junto con una buena representación de la huerta valenciana, le confieren un alto valor ambiental y antropológico.
Situación y hábitats
El Parque Natural del Turia comprende tres masas boscosas: La Vallesa –ésta es la más cercana al municipio de L’Eliana–, Les Rodanes” y El Palmeral-La Pea, en las riberas del Turia. El tramo de cauce y riberas del río Turia, situado entre los municipios de Pedralba y Paterna, es uno de los últimos pulmones forestales que sobrevive en la zona del área metropolitana de Valencia.
Dentro del parque podemos encontrar tres ambientes diferenciados: el río, el bosque y los cultivos. El tramo de río Turia englobado dentro del Parque Natural tiene una longitud de 35 kilómetros y actúa como eje vertebrador del mismo, al tiempo que como corredor biológico.
Enclave histórico para el hombre
La abundancia de agua y la aptitud de los suelos para la agricultura han favorecido el asentamiento de grupos humanos desde antiguo en las tierras del parque.
Con anterioridad a la Edad del Bronce las noticias se limitan a los yacimientos paleolíticos del Prat de Llíria y de la Cueva de los Murciélagos de Vilamarxant; al yacimiento mesolítico de la Cueva del Salto del Lobo de Pedralba y al Puntal sobre la Rambla Castellarda de Llíria, de cronología calcolítica.
El poblamiento de la Edad del Bronce es el mejor conocido en la zona, destacando la ubicación de los asentamientos en pequeñas elevaciones junto al río, próximos a los cursos de agua, a las tierras de cultivo y a los pastos para el ganado. En general se trata de pequeñas aldeas campesinas entre las que destacan la Lloma de Betxí (Paterna), Despeñaperros (Paterna), Els Carassols (Riba-roja de Túria); L’Alteret, Ermita de Montiel y Llometa del Tio Figuetes (Benaguasil); El Gargao (Vilamarxant), y la Ladera sudoeste del Tossal de Sant Miquel, la Torreta y la Cova del Cavall (Llíria)…
La romanización de las tierras valencianas queda patente en la zona con la proliferación de villas romanas rústicas como las que se encuentran en el Barranc de Cano y en el de la Font, en el Barranquet de Sau, en Císcar, la Loma, Mas de Vélez y en varios puntos de la Vallesa de Mandor.
A la baja romanización corresponde el castro hispanovisigodo de València la Vella (Riba-roja de Túria), situado sobre una terraza en la margen derecha del río Turia. Su ubicación en una terraza fluvial le permite el control del paso a lo largo del río, vía natural de comunicación entre la costa y el interior; de marcada funcionalidad militar y estructurado para la defensa y control del territorio. Otro claro ejemplo de asentamiento de esta época es la Villa Áulica visigótica de Pla de Nadal (Riba-roja de Túria); se encuentra al pie de la loma dels Carasols, sobre una ligera elevación de la llanura circundante.
Finalmente, cabe señalar como parte importante del reciente patrimonio histórico de la zona, el conjunto de trincheras, fortines y protecciones antiaéreas de la línea defensiva conocida como “La Inmediata”, herencia de la Guerra Civil de 1936-1939, y que unía Sagunto con el polvorín de Riba-roja del Turia, destacando los existentes en la Vallesa, València la Vella y Les Rodanes.
En otro orden de cosas, es de resaltar elementos relacionados con el aprovechamiento de los recursos hidráulicos, azudes, acueductos y otras arquitecturas del agua, además de restos arqueológicos, como el yacimiento paleontológico de la Vallesa, del Mioceno marino, con más de sesenta especies determinadas de foraminíferos, moluscos y crustáceos.
Fauna
El número de especies de vertebrados identificados hasta la fecha en el Parque Natural del Turia es superior a 150, alguna de las cuales están incluidas en el Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazadas. De entre todas las especies presentes, 18 pertenecen al grupo de los mamíferos, 107 son aves, de las cuales más de la mitad nidifican en el parque, 13 son reptiles, 5 anfibios y 10 especies de peces.
Entre la fauna que habita el río destacan especies piscícolas como la madrilla (Chondrostoma turiense), colmilleja (Cobitis paludica), gobio (Gobio lozanoi), barbo mediterráneo (Barbus guiraonis) o la anguila (Anguilla anguilla). Entre los anfibios destaca la rana común (Rana perezi). Reptiles como la culebra viperina (Natrix maura) y culebra bastarda (Malpolon monspessulanus). Mamíferos como la rata de agua y una gran cantidad de aves asociadas a este ecosistema fluvial, entre las que cabría destacar al martín pescador (Alcedo atthis), garza imperial (Ardea purpurea), calamón (Porphyrio porphyrio), carriceros (Acrocephalus scirpaceus), ánades (Anas platyrhnchos) y cormoranes (Phalacrocorax aristotelis).
Dentro de las zonas de bosque y máquia mediterránea, la fauna a destacar la conforman las rapaces como el águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), águila culebrera (Circaetus gallicus), ratonero común (Buteo buteo), búho real (Bubo bubo) y otras especies de aves como la perdiz (Alectoris rufa), paloma torcaz (Columba palumbus) y picapinos (Dendrocopos major). Entre los anfibios destaca el sapo corredor (Bufo calamita), también encontramos reptiles como el lagarto ocelado (Lacerta lepida), lagartija colilarga (Psammodromus algirus), culebra de escalera (Elaphe scalaris)… Y mamíferos como el zorro (Vulpes vulpes), jabalí (Sus scrofa), ardilla (Sciurus vulgaris), conejo (Oryctolagus cuniculus) o la jineta (Genetta genetta)…
También podemos encontrar toda una comunidad faunística dentro de las zonas de cultivo, entre la que destacan aves como el jilguero (Carduelis carduelis), mirlo (Turdus merula), verdecillo (Serinus serinus) y mochuelo (Athene noctua), mamíferos como la liebre (Lepus granatensis), comadreja (Mustela nivalis) y rata de campo (Rattus rattus), reptiles como la lagartija ibérica (Podarcis hispanica), lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus) y salamanquesa común (Tarentola mauritanica) y anfibios como el sapo común (Bufo bufo), sapo partero (Alytes obstetricans) y la rana común (Rana perezi).
Flora
Debido a los ecosistemas que integran el parque podemos encontrar una amplia biodiversidad botánica, agrupándose las distintas especies en función del ambiente en el que se encuentran. Así, entre la vegetación de ribera, asociada a las riberas y al cauce del río, destacan los cañares (Arundo donax), así como ejemplares aislados, o formando pequeños bosquetes de álamo (Populus alba), chopo negro (Populus nigra) o sauce blanco (Salix alba)… Ya en contacto con el agua, encontramos toda una comunidad de plantas anfíbias (helófitas) constituida porcarrizos (Phragmites australis), eneas (Typha latifolia, Typha angustifolia) y juncos (Scirpus sp.), mientras que diversas especies de fanerógamas del género Potamogeton afloran a la superficie desde el lecho del río.
Entre la vegetación que encontramos en los pinares y matorral destaca el pino carrasco (Pinus halepensis) , el tomillo (Thymus sp.), el romero (Rosmarinus officinalis), el lentisco (Pistacia lentiscus), el palmito (Chamaerops humilis), la aliaga (Ulex parviflorus), o el esparto (Stipa tenacissima). Asimismo, en el Parque Natural del Turia perviven ciertos endemismos valencianos, como la albaida sedosa (Anthyllis lagascana, Anthyllis henoniana subsp. Valentina), el rabet de gat (Sideritis juryi), el timó mascle (Teucrium edetanum) o la albaida de espiga fina (Anthyllis terniflora).
Finalmente, cabe citar la vegetación ruderal y arvense, asociada a los cultivos del hombre, de regadío, como de secano, entre las que podemos destacar la avena silvestre (Avena fatua), Amaranthus blitoides, Cirsium arvense, Equisetum arvense, Diplotaxis erucoides.
Zona de ocio al aire libre
Tal y como afirman los técnicos del parque, “la mejor forma de conocer un lugar es visitarlo” y, para ello, el Parque Natural del Turia cuenta con atractivos suficientes. Además de las áreas recreativas municipales, dispone de cuatro rutas para recorrer a caballo, en bicicleta o a pie y descubrir un entorno, no por próximo, más que desconocido:
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La ruta azul del Palmeral (Pedralba), de 8,5 km
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La Ruta Roja de la Pea (Pedralba, Vilamarxant), de 11,7 km
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La Ruta Amarilla de les Rodanes (Vilamarxant)
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La Ruta Verde de las Riberas del Río Túria